El BOE de hoy publica la modificación del Real Decreto 1662/2000, de 29 de septiembre, sobre productos sanitarios para diagnóstico “in vitro”, con objeto de regular la venta al público y la publicidad de los productos de autodiagnóstico para la COVID-19. El RD 1662/2000 establece la exigencia de prescripción para la venta al público de los productos de autodiagnóstico.
La disponibilidad de estos productos en las farmacias sin obligación de receta permitirá la realización de las pruebas sin la intervención de un profesional sanitario. Por un lado, pretende reducir en cierta medida la presión asistencial de los centros sanitarios y permitirá la identificación rápida de sospechas de casos positivos.
Existen igualmente en el mercado otro tipo de pruebas rápidas de autodiagnóstico, en este caso de anticuerpos. Aunque no son adecuadas para la detección de infección activa, al eximirlos de la prescripción, contribuirán igualmente a reducir la presión asistencial del SNS.
La modificación del RD también favorece el conocimiento de la existencia de esta prueba, es decir, que permite la realización de publicidad dirigida al público.
El farmacéutico como fuente de información
Des de la empresarial insistimos la importancia de aprovechar las potencialidades del farmacéutico como agente de salud para ofrecer a la población información actualizada y veraz, las farmacias como punto de respuesta adecuado a la población para resolver las dudas que tengan relacionadas con el uso de los test y posterior resultado de la prueba, por si necesitan ayuda en la interpretación de los resultados, consejos de salud y prevención, o sobre cómo proceder en caso de dar positivo.
Realizar test y comunicar los resultados
Desde la empresarial ofrecemos de nuevo las farmacias como un punto excelente de análisis y registro de los resultados. Las farmacias son un punto uniformemente distribuido en el territorio, de la máxima capilaridad y accesibilidad para la población.
Desde FEFAC seguiremos proponiendo la colaboración de las farmacias y de los farmacéuticos y farmacéuticas comunitarias y resto de profesionales como agentes de salud de proximidad, presentes en todo el territorio, que podemos desarrollar un papel esencial en materia de prevención de la COVID-19 con los instrumentos disponibles, realizando una importante contribución en la lucha contra la pandemia.
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